Esta es la historia real de un cargamento muy valioso. De unos pescadores que llevaron los 501® a los muelles de Kingston en los 70, y de la gente de Jamaica que exportó su estilo al resto del mundo. Y así fue como una isla marcó tendencia en la mejor historia jamás llevada.

Esta es la historia de la vaca de una familia de Tiflis, Georgia, en 1982. También es la historia del hijo, que cambió a la vaca por unos 501®. En casa le dijeron que era estúpido. En el pueblo le dijeron que era toda una leyenda. Y para nosotros fue un trueque justo en la mejor historia jamás llevada.

Esta es la historia real de cientos de personas que pidieron que las enterraran en sus 501®. Y de una leyenda que también quiso que todo el mundo los llevara en su funeral. Muchas funerarias no entienden este deseo, pero nosotros sí. Porque así es como se despiden con estilo las leyendas de la mejor historia jamás llevada.

Esta es la historia real del club motociclista de personas negras más antiguo de Oakland. De una época en la que una persona negra conduciendo una moto era algo revolucionario. De cuando Papa Joe y los East Bay Dragons hicieron historia en sus motos llevando los Levi’s® 501®. Y así fue como recorrieron un largo camino en la mejor historia jamás llevada.

Esta es la historia real de un carpintero de la Costa Este de EE.UU. Una auténtica figura que pasó a la historia del skate vistiendo los 501®. Lo puedes encontrar en revistas, vídeos y los muros del double set de tu skatepark. Y así se creó otra de las muchas leyendas locales de la mejor historia jamás llevada.

Esta es la historia real de un marido y del amor de su vida. Ese que lo acompaña todos los días y que desea con pasión, sobre todo en su cumpleaños. Una relación de más de 35 años con sus 501® favoritos. Y así es como se vive el amor en la mejor historia jamás llevada.